Desde el servicio de Ginecología y Obstetricia1 del Hospital Privado Universitario de Córdoba2, trabajan con un enfoque preventivo, humano y cercano, acompañando a cada paciente en el cuidado de su salud ginecológica.
Por eso, presentaron un Programa de Detección Precoz del Cáncer de Cuello Uterino, que incorpora el test de HPV como método de tamizaje principal en mujeres a partir de los 30 años. Esta herramienta permite identificar tempranamente infecciones por HPV de alto riesgo, antes de que generen lesiones que puedan derivar en cáncer.
¿Qué es el HPV y por qué es importante detectarlo?
El Virus del Papiloma Humano (HPV) es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes. En la mayoría de los casos se elimina de forma espontánea, pero algunos tipos de alto riesgo pueden persistir y producir cambios celulares en el cuello uterino que, si no se detectan a tiempo, pueden derivar en complicaciones más graves.
Realizar test de HPV permite detectar la presencia del virus incluso en ausencia de síntomas, lo que posibilita actuar preventivamente, realizando controles más estrechos o tratamientos tempranos, según cada caso.
Transmisión y síntomas del HPV
El HPV se transmite por contacto sexual, incluso sin penetración, ya que el virus puede pasar por contacto directo entre piel y mucosas.
La infección suele ser asintomática, por lo que muchas personas no saben que están infectadas. Sin embargo, si persiste, puede generar:
Por su carácter asintomático, el control periódico es la única manera de detectarlo a tiempo.
“La infección por HPV suele pasar desapercibida, pero en algunos casos puede provocar lesiones que, con el tiempo, evolucionan a cáncer. Por eso, el tamizaje y el seguimiento oportuno son fundamentales para prevenir”, destaca la Dra. Florencia Arbach, jefa de la Sección de Patología de Tracto Genital Inferior del Hospital Privado.
¿En qué consiste el test de HPV?
Es una prueba sencilla y segura, que permite detectar el ADN del virus en una muestra del cuello uterino. Se realiza de forma similar al Papanicolaou (PAP), en donde el profesional toma una muestra del cuello uterino que luego se analiza en el laboratorio para detectar ADN del virus.
Su principal ventaja es que permite detectar cepas de alto riesgo antes de que aparezcan lesiones visibles, lo que facilita un control y tratamiento oportuno.
¿Quiénes deben realizar el test de HPV?
Se recomienda como estudio principal de tamizaje en:
En mujeres menores de 30 años, la infección por HPV suele ser transitoria. Por eso, se continúa utilizando como herramientas principales el PAP y la colposcopía, que detectan directamente alteraciones celulares.
¿Cómo se interpretan los resultados?
Es importante destacar que desde la infección inicial hasta la aparición de cáncer pueden pasar hasta 10 años. Esto hace que el cáncer de cuello uterino sea una de las enfermedades más prevenibles con controles adecuados.
La infección suele ser asintomática, por lo que muchas personas no saben que están infectadas. Sin embargo, si persiste, puede generar:
Por su carácter asintomático, el control periódico es la única manera de detectarlo a tiempo.
“La infección por HPV suele pasar desapercibida, pero en algunos casos puede provocar lesiones que, con el tiempo, evolucionan a cáncer. Por eso, el tamizaje y el seguimiento oportuno son fundamentales para prevenir”, destaca la Dra. Florencia Arbach, jefa de la Sección de Patología de Tracto Genital Inferior del Hospital Privado.
¿En qué consiste el test de HPV?
Es una prueba sencilla y segura, que permite detectar el ADN del virus en una muestra del cuello uterino. Se realiza de forma similar al Papanicolaou (PAP), en donde el profesional toma una muestra del cuello uterino que luego se analiza en el laboratorio para detectar ADN del virus.
Su principal ventaja es que permite detectar cepas de alto riesgo antes de que aparezcan lesiones visibles, lo que facilita un control y tratamiento oportuno.
¿Quiénes deben realizar el test de HPV?
Se recomienda como estudio principal de tamizaje en:
En mujeres menores de 30 años, la infección por HPV suele ser transitoria. Por eso, se continúa utilizando como herramientas principales el PAP y la colposcopía, que detectan directamente alteraciones celulares.
¿Cómo se interpretan los resultados?
Es importante destacar que desde la infección inicial hasta la aparición de cáncer pueden pasar hasta 10 años. Esto hace que el cáncer de cuello uterino sea una de las enfermedades más prevenibles con controles adecuados.