24/12/2025
Viajar en 2026 no va a tratar de sumar destinos en una lista, sino de exprimir cada experiencia al máximo, aunque sea en pocos días. Esa es una de las grandes conclusiones que dejan las tendencias de viaje para el próximo año, donde se consolida una forma de viajar más intensa, más auténtica y mucho más alineada con los intereses personales.
Una de las claves del cambio la marca la Generación Z, que está redefiniendo el concepto de escapada. Crecen fuerte los viajes internacionales cortos, de uno o dos días, impulsados por la conectividad regional y por una lógica muy actual: vivir el destino desde adentro, aunque sea por poco tiempo. Para los argentinos, esta tendencia se traduce en un fuerte aumento de búsquedas hacia ciudades como Río de Janeiro, Búzios y Florianópolis, destinos cercanos, vibrantes y con mucho para hacer en pocos días.
Pero no todo pasa por la velocidad. En paralelo, hay un giro claro hacia experiencias más profundas y menos superficiales. Clases de cocina local, recorridos culturales, contacto con la naturaleza y actividades al aire libre ganan protagonismo frente al turismo clásico de fotos y checklist. La idea es simple: entender el lugar, su historia y su gente.
También aparece con fuerza el viaje en solitario, entendido no como aislamiento, sino como una forma de autodescubrimiento. En ese sentido, Río de Janeiro vuelve a destacarse como uno de los destinos favoritos para quienes viajan solos desde Argentina.
El resultado es un viajero en evolución: curioso, flexible, conectado y con ganas de que cada viaje diga algo de quién es. Menos fórmulas repetidas y más experiencias con sentido.
